DIFERENCIA ENTRE
IMITACIÓN Y REVELACIÓN
Debo decirles que muchas veces practicamos en el evangelio muchas
cosas que son bíblicas y nos bendicen, pero dichas prácticas las hacemos por
imitación, no es malo pues Pablo dice: 1Cor. 11:1 Imitadme a mí, como yo
imito a Cristo.
Son los niños los que tienden a imitan a sus padres, y demás
preceptores hasta que llegan a la madurez, los niños hacen todo por imitación
mientras que los hombres conforme van madurando y experimentando en la vida van
haciendo
las cosas por revelación. Es decir, Dios nos habla y nos muestra las razones de
cada punto doctrinal que practicamos, y es ahí donde le damos más valor a las
cosas y de verdad las disfrutamos. Así puede pasar con el uso del velo en la
mujer, el asistir a la iglesia, orar, ayunar, leer la Biblia, el servicio, EL
DIEZMAR Y OFRENDAR, etc. El maduro ya no ejecuta las cosas por imitación, mucho
menos por una imposición, costumbre, o por agradar a hombre o
institución, los maduros hacen las cosas por revelación.
La revelación es la gracia mediante la cual Dios, a través de su
Santo Espíritu nos muestra y enseña personalmente su voluntad, descorre el velo
que oculta las razones de cada mandamiento, y nos explica toda su Palabra a
nuestro espíritu.
Así en nuestra etapa infantil espiritual podemos danzar por
imitación, pero en la madurez el Espíritu nos revela el propósito de la
danza, y entonces lo hacemos por revelación, con entendimiento. Sabemos
las razones de dicha práctica y entonces la saboreamos mejor, Ef. 1:17 Pido
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, os dé el
Espíritu de sabiduría y de revelación.
En el evangelio cuando hacemos cosas por imitación es porque
estamos en la etapa de infancia espiritual, hasta que vamos madurando, y en la
madurez cristiana las cosas ya no se hacen por imitación sino por revelación.
1Cor. 13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño,
pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé
atrás las cosas de niño.
Cuando llegamos a la iglesia de Cristo oímos del diezmo y de
ofrendas, y lo practicamos regularmente porque todos lo hacen, quizá hasta
escuchamos temas con sus bases Bíblicas, es así como se va practicando; pero en
el tiempo del Señor Él nos revela personalmente la bendición de dar, de aportar
para la obra de Dios, y a la vez de la forma de recibir de su mano la cosecha
de nuestras siembras, es ahí entonces donde el dar cobra deleite, la obediencia
y la práctica se transforma en amor, y ya nada puede arrancarnos la bendición
de despojarnos para que en la obra de Dios haya abundancia. Pues la revelación
seduce, enamora, produce gozo, y deleite.
DE QUIÉN SOMOS
Para comenzar debemos reconocer que nosotros no nos pertenecemos a
nosotros mimos, somos una raza que fue vendida por su padre Adán al reino de
las tinieblas, Rom. 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy
carnal, vendido al pecado.
Así la raza humana vino a ser un esclavo del tirano diablo, que a
la manera del hacendado de la parábola del hijo pródigo, ni para las algarrobas
aportaba. Esta parábola nos habla del que tiene y no lo disfruta (hermano del
pródigo) y del que vive en quiebra financiera (el pródigo).
Cuando Dios nos vio esclavizados, movido a compasión, paga el
precio de nuestro rescate, a través de la sangre de Jesucristo, y nos propone
la solución. De tal manera que quien le entrega su vida a Jesucristo se
convierte en un esclavo por amor del quien lo compró.
Entonces no nos pertenecemos a nosotros mismos, pues somos propiedad
de quien nos compró, con precio de sangre, 1Cor. 6:19 ¿O
ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en
vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Si no somos dueños de nosotros mismos, sino que somos propiedad de
Él, todo lo que poseemos es de Dios, y nada es nuestro, la familia, los bienes
materiales, trabajo, espíritu, alma y cuerpo, son de Él.
QUE ES EL DIEZMO
EN LA GRACIA
Todo lo que nosotros tenemos es de Dios, aún la tierra es de Él, Sal. 24:1 De Jehová
es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
Luego entonces nosotros y todo lo que poseemos es de El. Así
cuando aportamos algo, lo que damos al fin y al cabo viene a ser algo que es de
El y no de nosotros.
1Cro. 29:14 Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo,
para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues
todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.
De todo lo que viene a nuestras manos, el nos regala el noventa
por cierto para que podamos usarlo para nuestras necesidades terrenales. Pero
nos pide que el diez por ciento se lo devolvamos.
Entonces Dios es el que nos enseña a dar más que recibir, pues el
solo pide el diez por ciento para El, y nos aporta, nos regala, por que el
siembra en nosotros el noventa por ciento de lo que es de Él. Esperando que con
ese noventa por cierto seamos buenos administradores y productivos, ya que con
este dinero debemos no solo gastar sino crear activos. Los activos son medios
para seguir produciendo más.
Por eso cuando diezmamos le devolvemos a Dios el diez por ciento
de lo que llega a nosotros.
El diezmo no es una siembra, es obediencia y honradez;
sencillamente es darle a Dios lo que es de Dios. Y a pesar de esto el bendice
al que diezma porque Dios siempre premia la obediencia. Y en este caso Dios
garantiza el pan en la congregación, abre las ventanas de los cielos hasta que
sobreabunde y reprende al devorador por nosotros.
Así que diezmar no es darle un favor a Dios, ni un tributo o
impuesto: es sencillamente devolverle lo que le pertenece.
Apropiarse del diezmo entonces es quedarse con algo que no es
nuestro y no nos lo está regalando, u otorgando; por eso el Señor le llama
ladrón al que no diezma. Pues se apropia indebidamente de la parte que Dios se
reserva, Mal. 3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues
vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te
hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9 Malditos sois con
maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
Así que el diezmo no es un impuesto, el diezmo es la parte de Dios
que le devolvemos voluntariamente.
¿A QUIEN SE LE
DIEZMA?
1. EN LA LEY SE
DIEZMA A HOMBRES MORTALES
En el antiguo testamento el diezmo se le daba a los sacerdotes,
los sacerdotes eran nacidos en una de las doce tribus de Israel, llamada LEVI.
De la descendencia de Aarón.
A ellos se les diezmaba, porque cuando Josué repartió la tierra de
Canaán, se les dio porción de tierra a once de las doce tribus que componía la
nación de Israel. Excluyendo a la tribu de Leví. A ellos no les repartieron
tierra.
La razón era muy sencilla y bendita, Jehová dijo: Ez. 44:28 Y no
habrá para ellos heredad; yo seré su heredad, pero no les
daréis posesión en Israel; yo soy su posesión.
Dios mismo era su porción, su heredad, aleluya.
Al no tener posesiones terrenales Jehová dejó que ellos vivieran
de los diezmos, ofrendas, oblaciones, sacrificios, primicias de granos y frutos
y de ganado, etc. Heb. 7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví
reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos
según la ley.
2. EN LA GRACIA SE
DIEZMA AL SUMO SACERDOTE MELQUISEDEC, INMORTAL
Desde que Jesucristo resucitó, el sacerdocio de los levitas quedó
suprimido, se levantó una nueva orden sacerdotal, ya la cabeza no es Aarón,
hermano de Moisés hombre mortal.
El nuevo sumo sacerdote es Jesucristo, del orden de Melquisedec. Y
es a Él a quien diezmamos.
Heb. 5:4 Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es
llamado por Dios, como lo fue Aarón. 5 Así tampoco Cristo
se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú
eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy. 6 Como también dice en otro
lugar: Tú eres Sacerdote para siempre, Según el
orden de Melquisedec.
Hoy por hoy Jesucristo es nuestro sumo sacerdote. Y de la manera
que en Aarón cuando fue el sumo sacerdote, se le ordenó compartir con los
ministros que estaban bajo su cobertura, el comer, vivir y disfrutar de los
diezmos y ofrendas. Así al sumo sacerdote Melquisedec, se le ordena que
comparta los diezmos con los sacerdotes, ministros de El, que estamos bajo su
cobertura. Es a saber los cinco ministerios primarios.
Hoy se diezma a Jesucristo, no a los ministros. Heb. 7:8
Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales (ley); pero
allí, uno de quien se da testimonio de que vive (gracia).
Pablo hace mención del tiempo de Abraham, quien era un ministro
apostólico del tiempo patriarcal, que diezmó muchos años antes que se levantara
el sacerdocio de la ley, el sacerdocio Aarónico.
Y diezmó al sacerdote Melquisedec. Por eso Abraham es el mejor
ejemplo de diezmo para nosotros que hemos sido constituidos hijos de Abraham
por la fe ya que nosotros al igual que Abraham le diezmamos a Cristo. Jn. 8:38
Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si
fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais. Los que somos
hijos de Abraham hacemos las obras de Abraham y una de sus obras fue diezmar al
sacerdocio de Melquisedec.
JESUCRISTO
COMPARTE LOS DIEZMOS CON SUS MINISTROS
Y es Jesucristo, el sumo sacerdote actual quien nos otorga a los
ministros de Él, el derecho de vivir económicamente de los diezmos, 1Cor.
9:14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio,
que vivan del evangelio.
Por eso los ministros vivimos de los diezmos. Es un dinero que se
recibe para que la familia sacerdotal pueda vivir con decoro en la tierra.
Evitando la ostentación.
Dios no se opone a la vida abundante de un ministro, se opone a la
ostentación.
La ostentación es relativa al lugar donde se vive. Así un reloj
Rolex puede ser ostentoso en una comunidad de gente muy pobre, pero no puede
ser ostentoso en una congregación donde todos usan uno de esa marca. La
ostentación es hacer sentir mal a otro con la misma abundancia que Dios nos ha
dado.
NOTAS GENERALES
1. Abraham diezmó, y todos los hijos de Abraham hacemos lo que
Abraham hizo, pues los hijos se parecen a los papás, por tal motivo los hijos
de Abraham diezmamos, Jn. 8:39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es
Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las
obras de Abraham haríais.
2. Hay tres formas de diezmar en la Biblia: la primera es por
conveniencia, eso le pasó a Jacob, quien quiso negociar con Dios, desde luego
antes de tener un Peniel. Es dar por interés. La segunda la vemos
con Moisés quien diezmó por obligación, ya que vivó el tiempo de
la ley y de la coerción. Y la tercera la vemos en Abraham nuestro padre, quien
no dio por interés ya que Dios ya lo había bendecido, ni por obligación ya que
no había ley en tablas en su tiempo, sino que dio por amor.
En este tiempo se busca esposa para el Cordero, por tal razón todo
lo que haga la iglesia de Cristo (de donde sacan esposa para el Hijo), lo debe
hacer enamorada y por amor.
3. Abraham diezmó al sacerdote luego de que recibió del sacerdote
pan y vino. Esto prueba que uno debe diezmar al ministro que nos da la palabra
revelada, ya que el pan es figura de la bendita palabra de Dios.
4. El que diezma prueba que tiene llenura del Espíritu Santo, y
doctrina del cielo, ya que eso representa el vino, llenura del Espíritu. Por
eso el que tiene llenura de El, diezma sin reparo.
Aparte de las manifestaciones carismáticas-pentecostales que
tenemos los que conocemos la llenura del Espíritu Santo, probamos la llenura
del Espíritu por la liberalidad.
5. El diezmo es del Señor, y el otorga los diezmos para que los
ministros de Jesús gocen de los mismos, por tal razón ninguna persona
laica debe administrarlos, o repartirlos a su propia discreción. Los diezmos
deben llevarse a la congregación donde recibimos visitación de Dios, donde
comemos la palabra y es el pastor local el que los administra, Det.
12:11 Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para poner en él su
nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros
holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos,
las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de los votos
que hubiereis prometido a Jehová.
6. Abraham era un ministro del Shadai, y siendo ministro diezmó a
otro ministro superior. Esto prueba el diezmo de diezmo, donde todos los
ministros deben diezmar a los apóstoles que a la manera de Melquisedec otorgan
el pan, figura de la palabra y el vino, figura de la llenura del Espíritu
Santo.
Si un pastor o ministro trabaja en lo secular debe diezmar al
apóstol que lo cubre. Y diezmar de los diezmos recibidos.
Aún dentro de los ministerios apostólicos hay jerarquías de
acuerdo al nivel revelativo, o sea que la revelación es la que determina la
jerarquía; cuando Lucas se refiere a la pareja: Bernabé y Pablo antes de hechos
trece es decir antes de ser enviados se mantiene este orden primero mencionan a
Bernabé y luego a Pablo, Hech. 11:30 lo cual en efecto hicieron, enviándolo a
los ancianos por mano de Bernabé y Saulo.
Hech. 12:25Y Bernabé y Saulo, cumplido su
servicio, volvieron de Jerusalén, llevando también consigo a
Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.
Después de éste llamado, la mención cambia, primero ponen a Pablo
y luego a Bernabé, pues el Espíritu nos aclara que la jerarquía la establece el
nivel de revelación. Hech. 13:46 Entonces Pablo y Bernabé,
hablando con denuedo, dijeron:
Hech. 13: … y levantaron persecución contra Pablo
y Bernabé, y los expulsaron de sus límites.
NOTAS FINALES
De los diezmos recibidos el pastor debe diezmar al apóstol que le
cubre
El diezmo es administrado por el pastor local, con supervisión del
apóstol o sus delegados a través de los libros contables.
El diezmo es para que la familia pastoral viva con decoro
supliendo todas sus necesidades.
El Señor va levantando ministerios locales que ayudan al
pastor a las tareas ministeriales, es del diezmo que se toma para los
sacerdotes ministros de Jehová y ayudas a tiempo completo. La cantidad salarian
que se va a dar a la ayuda debe ser justa, recordemos que Dios es un Dios
Justo.
Como el ministro no tiene la mirada en el dinero, se conforma con
lo que la iglesia puede dar al principio sin presionar a la gente a dar, solo
hay que enseñar pero nunca imponer. Conforme las obras van creciendo, desde
luego va creciendo los ingresos de la iglesia y así va estabilizándose
también cada día la economía de los ministerios.
Nunca debe pensar el ministro en ganar más almas para que suban
sus ingresos desvirtuando el verdadero sentir del evangelismo que consiste en
salvar almas del infierno y reconciliarlas con el Padre.
Gracias a Dios la misión Ven Señor Jesús es respetuosa de la ley
por ende debe llevarse una contabilidad clara ante las autoridades, esto
también obliga a las iglesias a llevar un orden administrativo interno, por eso
siempre se llena un recibo por el dinero mensual recibido. Recordemos que
Dios es un Dios de orden y en las iglesias debe existir tal orden con libros
contables para que nunca nuestro ministerio sea vituperado.
Por ningún motivo: ni el pueblo, ni los ancianos ponen un salario
al pastor, ya que el pastor quedaría a expensas del servilismo de la iglesia,
quedando como siervo de los hombres y no de Dios.
El pastor no le da cuentas a los ancianos, ni al pueblo de lo
recibido, ni de las ofrendas, un padre nunca le rinde cuentas a sus hijos de la
administración financiera, pero en todo caso como no hay nada que esconder los
libros contables deben estar siempre listos y al día para cualquier revisión
mal intencionada.
Recordemos que en la contabilidad ordenada hay que guardar las
facturas, notas o comprobantes de los gastos que la iglesia tiene.
Para la supervisión financiera hay supervisores en misión
Ven Señor Jesús, llamados delegados apostólicos; ellos están facultados para
supervisar y así como testigos dar fe del buen manejo financiero cuando esto se
requiera o directamente con el apóstol en sus visitas.
Los delegados apostólicos no son apóstoles, son hombres prudentes
y de confianza que hacen tareas asignadas por el apóstol y conocen de la
materia financiera, de esta forma siempre la credibilidad y honestidad del
ministro está respaldada, ante cualquier murmuración o difamación al ministro.
Para tal efecto deben habilitarse dos libros uno de diezmos y otro
de ofrendas, y dar un reporte trimestral de dichos libros. Tenerlos a la vista
del apóstol o de los delegados cuando estos se requieran.
En lo personal no estoy en contra que el ministro viva con decoro,
porque Dios es un Dios de prosperidad, y tengo bien claro que todo lo que
ordenó al pueblo de Israel para aportar a los ministros fue con el fin de que
ellos no pasaran ningún tipo de escases económica.
PROFUNDIZEMOS UN
POCO MÁS EN LA OFRENDA
Con todo lo expuesto anteriormente, entendemos que Dios nos otorga
el poder gozar de todo lo que nos llega a nuestras manos el 90%; convirtiéndose
entonces en el 100% disponible para nuestras necesidades. Ya que el diez por
ciento de toda la masa es lo que se reserva para El, para que sea disfrutado
por los ministerios primarios.
LA ACTITUD DEL
DADOR
De lo que nos queda, nosotros debemos darle a Dios, por amor a Él
y a su obra la ofrenda, que consiste en la cantidad que nuestro corazón y gratitud
tenga hacia Dios.
En la ofrenda no hay porcentaje establecido eso lo establece
nuestro corazón, 2Cor. 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no
con tristeza, ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre.
Aquí se puede ofrendar todo como lo hizo la viuda, que dio
las dos blancas que era todo su sustento, o como la viuda con Elías que le dio
todo lo que le quedaba en la vasija. O solamente una parte.
Nadie debe dar como lo menciona el versículo anterior con
tristeza, creyendo que Dios lo está despojando para empobrecerlo, todo lo
contrario, del noventa por ciento que Dios nos dejó, nos permite tener dos
bendiciones. La primera es para satisfacer nuestras necesidades
económicas 2 Cor. 9:8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas
todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; y la segunda
bendición es darnos semilla para que sembremos en su obra, o sea en su Reino, 2 Cor. 9:10 Y el
que da semilla al que siembra, y pan al que come,
proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los
frutos de vuestra justicia, de acuerdo a lo que sembremos en esta segunda parte será la
cantidad de lo que vamos a cosechar 2 Cor. 9:6 Pero esto digo: El
que siembra escasamente, también segará escasamente;
y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Porque Dios ama al dador alegre: Esto es arrollador, pues
la tradición nos dice que Dios ama a todos, y eso es cierto en el sentido de la
salvación, y por eso el evangelio de Juan dice que habiendo amado a TODOS, dio
a su Hijo. Pero de los salvos su amor está con los que saben dar, no por
interés o por obligación, mucho menos por presión, sino por gratitud y amor.
A QUIEN SE LE DEBE
OFRENDAR
HAY QUE OFRENDAR
PARA EL SUSTENTO DEL SANTUARIO DONDE NOS CONGREGAMOS
De las ofrendas voluntarias, que por cierto debería rebasar el
diezmo, porque aquí no hay cuota fija como en el diezmo, sino que la cantidad
la establece el corazón agradecido, debe tomarse para el mantenimiento de los
locales donde nos congregamos, es decir pago de luz, agua, teléfono, Internet,
pago de secretaría, compra de mobiliario y equipo de sonido, gasolina de
vehículos de la iglesia, etc. Y también se toma para las compras que la obra
necesita como el mobiliario, equipos de amplificación, instrumentos, terrenos,
construcciones, etc.
HAY QUE OFRENDAR A
LOS SANTOS QUE ESTAN PASANDO NECESIDES ECONÓMICAS
Mcs. 14:7 Siempre tendréis a los pobres con
vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien… El Señor establece que
entre nosotros van a haber necesitados a quienes a través de la ofrenda podemos
bendecir. Es una semilla de amor al cuerpo de Cristo, ya que el que da a un
pobre de la iglesia le da a l cuerpo de Cristo pues la iglesia es su cuerpo,
Jesús lo dijo así: Mt. 25:35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me
recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo,
y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los
justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y
cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te
cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a
ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo
hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a
mí lo hicisteis.
HAY QUE APORTAR
A LOS PADRES Y SUEGROS
Mcs. 7:11 Pero vosotros decís: Basta que diga un hombre al padre
o a la madre: Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios)
todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le dejáis hacer más por su
padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con vuestra
tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a
estas. No nos olvidemos de loa actos de justicia para con nuestros
padres, que han envejecido, aportando para el sustento de ellos de acuerdo a
nuestras posibilidades.
Regularmente la mayoría de esposas no trabajan, es entonces que
los esposos debemos aportar para que nuestras esposas ofrenden a sus
padres, y así sembrando en amor y justicia obtengamos una abundante cosecha.
HAY QUE APORTAR A
LOS POBRES
Prov. 19:17 A Jehová presta el que da al pobre, Y el
bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
NOTAS FINALES
EL DIEZMO ES UN APORTE DE MELQUISEC A LOS MINISTROS PRIMARIOS,
MIENTRAS QUE LA OFRENDA ES UN SIEMBRA DEL PUEBLO CON PROMESA DE BENDICIÓN.
Amados pastores y ministros de Ven Señor Jesús espero que esto
le sirva para poder seguir recibiendo bendición de parte Nuestro glorioso
Señor, quien es el que establece órdenes para el funcionamiento de su
iglesia.
Cuando los diezmos que uno de pastor local recibe, son
suficientes para el sustento de nuestras necesidades, entonces podemos
compartir el diezmo local con otros ministros que Uds. llamaran con la guianza
del Espíritu Santo a que trabajen a tiempo completo en la predicación de la
Palabra, estableciéndoles a ellos un salario de acuerdo a la capacidad de lo
que ud. recibe de los diezmos. Y así los diezmos son de uso para los ministros
primarios, a saber apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.
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