El Quince, Número de Santidad
Todos los números en la biblia tienen un mensaje profético de
acuerdo al uso que el Espíritu Santo quien es el autor de la biblia nos quiera
hablar en los diferentes pasajes de la Escritura a todos los amantes de la
verdad.
El número quince es un número que nos habla de santidad,
recordemos que santidad es apartar toda nuestro ser y vida para el uso
exclusivo de Jehová nuestro Dios.
EJEMPLOS DEL USO
DEL NÚMERO QUINCE
FIESTA DE LOS PANES SIN
LEVADURA
Lev. 23:6 Y a los quince días de este mes
es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis
panes sin levadura.
Inmediatamente
después de la fiesta de la Pascua para el pueblo de Dios daba inicio la fiesta
de los panes sin levadura. La levadura es una figura del pecado y de la falsa
doctrina. Se revisaba cuidadosamente las casas a manera que en ninguna durante
los siete días de la fiesta se encontrara dicha levadura.
Según el
apóstol Pablo el sacrificio del Señor en la cruz es el cumplimiento de la
Pascua para la iglesia y lo que nos resta es entonces celebrar la fiesta de los
panes sin levadura erradicando de nuestra vida, familia y congregación toda
relación con el pecado, con la malicia y maldad, 1Cor. 5:7
Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva
masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es
Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 8 Así que celebremos la
fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y
de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
LA SANTIDAD ES UNA FIESTA
La fiesta de
los panes sin levadura se celebraba el día quince. Un día después de la Pascua
que es la fiesta del nuevo nacimiento o salvación, entonces podemos decir sin
Pascua no hay fiesta de panes sin levadura. Sin nuevo nacimiento no puede haber
santidad. O sea que la santidad no es para el inco0nverso sino para todo aquel
que ha gustado la benignidad del Señor.
Lev. 23, nos habla de la fiesta de los panes sin levadura, no era un
tiempo de duelo o de tristeza; sino era un período de fiesta y de alegría, esto
quiere decir que apartarse para Dios del pecado, de practicas inmorales a sus
ojos y toda relación con la maldad debe causarnos gozo, no es negarse al pecado
con tristeza sino con alegría, limpiar la casa de levadura debe causar alegría
en el pueblo redimido por Dios.
LA SANTIDAD ES
LIBERACIÓN
Lev. 23: 7 El primer día tendréis santa
convocación; ningún trabajo de siervos haréis.
En este inicio
de fiesta quedaban suspendidas las labores de servidumbre, porque no había otra
cosa que debían más que celebrar el día de redención de Egipto, o sea de la
esclavitud. Por tal motivo el día de hoy debemos entender la santidad como una
fiesta de liberación de todo lo que nos oprime y aparta de Dios
Para cualquier
extranjero esta fiesta no tenía sentido, pero para el pueblo judío si era de
mucho valor. Lo mismo que hoy una persona que no ha conocido la liberación de
la esclavitud del pecado el abstenerse de los apetitos y concupiscencia de la
carne puede parecer algo ridículo y aburrido, pero para los nacidos de nuevo,
la consagración a nuestro Dios, el negarnos a las pasiones desordenadas de la
carne es un deleite, es una fiesta. Por el contrario al pecar, y consumar un
acto pecaminoso causa tristeza, dolor, decepción, es sabor a muerte.
Entonces
debemos correr a la libertad con la que Cristo nos hizo libres y no someternos
a la esclavitud del pecado, Rom. 6:16 ¿No
sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o
sea de la obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios,
que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a
aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y
libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
EL QUINCE EN EL
DILUVIO DE NOÉ
Gen.7: 20 Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron
cubiertos los montes.
Este juicio que narra Génesis conocido como el diluvio ocurrió a
causa de la multiplicación de la violencia y la maldad en la tierra. El
elemento que se empleó para raer el pecado del mundo y así descontaminarlo fue
el agua, y el agua es figura de la Palabra de Dios, Jn. 15:3 Ya
vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
Lo que iba a destruir era el pecado y toda carne, Gen. 6:17 Y he
aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda
carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en
la tierra morirá. Podemos decir entonces que cuando Dios emite un juicio hoy en el
tiempo de la gracia es con el propósito de destruir la carnalidad y el pecado
en nosotros, en la familia o en la congregación.
Un detalle importante es que la barca que contenía a los salvos,
subió por encima del mundo quince codos, hablando el Espíritu del grado
de santidad que la iglesia debe alcanzar por medio de la Palabra y así
estar muy pero muy por encima del sistema de este mundo.
El quince nos habla de despegarnos del mundo de maldad, es la
medida utilizada por Dios para levantar a sus salvos del sistema, 1Jn. 2:16 Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de
los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre,
sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero
el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
CONCLUSIÓN
Cada vez que un
joven cumpla quince años recuérdele que el quince es un tiempo propicio para
buscar la santidad, tiempo de sacar toda levadura (traumas, complejos,
rencores, pecado) que durante la infancia haya acumulado, es un tiempo de
reinicio y de conocer la misericordia y gracia de Dios.
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